(Ciencias de Joseleg)(Biología)(Introducción y biología celular)(La sangre)(Introducción)(Historia)(El citosol y otros fluidos intracelulares)(Diferentes tipos de sangre)(Los colores de la sangre)(Las funciones de la sangre)(Plasma sanguíneo y sus componentes)(Propiedades de la sangre total y su análisis)(Sistema de grupos sanguíneos)(Glóbulos rojos o eritrocitos)(Glóbulos blancos o leucocitos)(Las plaquetas o trolbocitos)(Hematopoyesis)(Origen de otros componentes de la sangre)(Referencias bibliográficas)(Versión documento word)
Los sistemas de tipo sanguíneo fueron desarrollados para
disminuir los riesgos de la transfusión de sangre de humano a humano, aunque de
hecho los chimpancés son los suficientemente compatibles evolutivamente para
entrar en la posibilidad de transfusiones. En ambos casos el problema es la
compatibilidad inmunológica establecida por receptores de membrana de los
eritrocitos. Si el sistema inmune los detecta como extraños mata a los
eritrocitos impidiendo su función de transporte de oxígeno, condenando al
paciente a muerte por hipoxia. Para evitar eso se debe transferir sangre con el
mismo tipo de receptor y en consecuencia el sistema inmune no la ataca. Existen
receptores que generan una respuesta inmune fuerte y otros que generan una
respuesta inmune débil. Los receptores
que generan una respuesta inmune fuerte son los que deben ser rastreados de
forma preponderante, y corresponden a los dos sistemas más comunes: el HB0 y el
factor Rhesus. Se los denomina como de respuesta fuerte ya que pueden matar en
una sola transfusión. Existen otros tipos de receptor que solo se hacen
importantes cuando el paciente debe ser sometido a constantes transfusiones de
sangre, debido a su efecto débil en individuos en los que se transfiere sangre
una vez, se los denomina como de respuesta inmune débil.
Los tipos de sangre A, B, AB y O se basan en la presencia o ausencia de diferentes antígenos presentes en los glóbulos rojos. Para ser más claros, los antígenos son proteínas ancladas a la membrana de los glóbulos rojos, que sirven como banderas de identificación para el sistema inmune del cuerpo, y de esa manera identificar las células propias de células extrañas. Las personas que poseen glóbulos rojos cubiertos con proteínas de tipo A o de tipo B se dice que tienen un tipo de sangre A o tipo B respectivamente. Si la persona expresa las dos proteínas al mismo tiempo, se dice que su tipo de sangre es AB. Si la persona no expresa ninguno se dice entonces que es de tipo O (que se lee cero).
Figura 37. En el sistema AB0 debemos distinguir entre dos tipos de
proteínas, primero está el antígeno de superficie que se encuentra insertado en
la membrana del glóbulo rojo. La segunda es la inmunoglobulina anticuerpo. Para
el tipo de sangre A se tiene en antígeno A y el anticuerpo B, para el tipo de
sangre B se tiene en antígeno B y el anticuerpo A, para el tipo de sangre AB se
tiene ambos antígenos pero ningún anticuerpo "o se autoaglutinaria su
propia sangre", mientras que para el tipo de sangre 0 no se presentan
antígenos de membrana, pero si ambos anticuerpos.
El conocimiento de los tipos de sangre es importante para
las transfusiones de sangre, una combinación inapropiada entre sangres de
diferentes grupos puede conllevar a una aglutinación de la sangre masiva y
fatal, debido a que el sistema inmune reconoce a la sangre transfundida como un
cuerpo extraño y potencialmente peligroso. La aglutinación de los glóbulos
rojos puede conllevar a una circulación sanguínea inapropiada, cristalización
de la hemoglobina liberada y eventualmente falla renal.
Una persona con tipo de sangre A puede recibir sangre de
otra persona con su mismo tipo de sangre, o de una persona cuyos glóbulos rojos
no posean antígenos de marca, es decir tipo 0. Una persona tipo B sigue el
mismo patrón. Esto se debe a que una persona con sangre A posee anticuerpos en
su sangre que reconocen y aglutinan al marcador B, por lo que se denomina
inmunoglobulina M anti B. Una persona con ambos tipos de marcadores en la
sangre no posee inmunoglobulinas anti y por lo tanto puede recibir sangre de
cualquiera. Una persona de tipo 0 posee ambas inmunoglobulinas anti, y por lo
tanto solo puede recibir sangre de una persona de tipo 0.
Debido a que las personas tipo AB pueden recibir sangre de cualquiera
se los denomina receptor universal; y del modo inverso, debido a que una
persona tipo 0 puede donarle a cualquiera se la denomina donante universal. Los
tipos de sangre pueden ser una herramienta de identificación humana de tipo
forense o de parentesco genético. Esto se debe a que el sistema AB0 es un
sistema de genes mendeliano clásico con un gen y tres alelos. La frecuencia de
los alelos A, B y 0 varía dependiendo del origen poblacional, algunos alelos
son más frecuentes en unas poblaciones y menos frecuentes en otras. En los
Estados Unidos y en América Latina los tipos de sangre más comunes son el 0, es
decir, el genotipo de la mayoría de la población será 00. Es más, los grupos de
sangre pueden generar agrupaciones dentro de un mismo país debido a diferencias
de clase y de parentesco. Sin embargo, este tipo de segregación fenotípica está
decayendo poco a poco, con el incremento de la movilidad geográfica, social y
cultural. El tipo de sangre de una persona no se relaciona con el tipo de hemoglobina
que posee, esto se debe a que son dos tipos de proteínas diferentes que se
encuentran en lugares diferentes, la hemoglobina es una proteína soluble que se
encuentra flotando en el plasma o el citoplasma, mientras que las proteínas AB
se encuentran ancladas a la membrana de los eritrocitos.
Otro de los tipos de sangre muy utilizados es el factor Rhesus (Rh), el cual también es una proteína de membrana. El Rh es un sistema complejo el cual aborda tres genes que producen los antígenos C, D y E. El Rh D es el más importante y puede encontrarse en el 85% de la población que se clasifican como Rh+, el restante 15% es denominado Rh- El conocimiento del factor Rh es importante en mujeres embarazadas debido a que la vida él bebe puede estar en peligro, y por lo tanto, generase un aborto espontáneo si el bebé hereda Rh+ del padre, siendo la madre Rh-.
Tabla 8. Tabla de donante receptor en el sistema dígeno HB0/rhesus.
Durante el primer embarazo no se corren problemas serios ya
que en ese solo se forman los anticuerpos anti Rh, sin embargo, en un segundo
embarazo en el que la disparidad fenotípica se dé, el sistema inmune de la
madre formará una reacción inmune en contra de la sangre del bebé que ingresa a
su sistema. Para prevenir eso, la madre recibe inmunoglobulinas anti Rh D
alrededor del día 28 de embarazo y justo antes del parto. La inmunoglobulina se
une a las células Rh+ del bebe en el sistema sanguíneo de la madre y evita que
ella produzca sus propias inmunoglobulinas anti D.
¿Y cuál es el sentido de esto?, es simple, el sistema inmune
posee memoria, administrando la inmunoglobulina de manera externa se evita que
la madre genere una memoria y por lo tanto que monte una respuesta inmune en
futuros embarazos. No existen problemas de incompatibilidad tan serios en el
sistema AB0 entre madres y bebes, debido a que las inmunoglobulinas que son
específicas para estas proteínas son de tipo M y/o puede cruzar la placenta.
Sin embargo en casos raros cuando la madre es tipo 0 y él bebe es cualquier
otro tipo, este puede nacer con síntomas leves de anemia con niveles levemente
altos de bilirrubina.
Debido a estas complicaciones, siempre se recomienda a las
mujeres embarazadas determinar su tipo
de sangre durante su primera visita prenatal. Existen más de 600 tipos de
antígenos de sangre que han sido descritos desde el descubrimiento de los AB0 y
Rh, pero son considerados antígenos menores. Sin embargo pueden ser incluidos
en los análisis de pacientes que requieren transfusiones de sangre muy
frecuentes.
En el año 1926 se observa por primera vez que los antígenos
A, B, O (H), no solamente se encontraban en eritrocitos, sino que también se
venía observando especificidades antigénicas ABH en los líquidos y secreciones
corporales: lágrimas, saliva, semen, sudor, líquido amniótico. Donde mayor
cantidad de antígenos se manifestaba era en la saliva. Más tarde se vio la
existencia de esas sustancias antigénicas con especificidad grupal en líquidos
y secreciones estaba regulado por un locus autosómico dialélico: Secretor
(Se/se). Aparecían tres genotipos posibles! Se/Se, Se/se y se/se.
Se es dominante con expresividad completa sobre s. Los dos
primeros genotipos (Se/Se y Se/se) son los responsables del fenotipo secretor
de antígenos ABH. Mientras que el tercer genotipo correspondería a las personas
no secretoras ABH. Este fue el segundo avance en el descubrimiento de este
locus. El interés empezó a incrementar cuando la genética bioquímica
interrelacionó el locus secretor, el Hh y el ABO. Se llegó a demostrar que el
locus secretor regula la actividad del locus Hh cuando se intenta explicar la
presencia o ausencia de antígenos ABH fuera de los glóbulos rojos. El locus
secretor regula la función del locus Hh, mientras que este a su vez regula la
actividad del ABO, la expresión de toda esta relación puede escribirse La
ausencia de Se inhibe la actividad del alelo H sobre la sustancia precursora, y
por tanto no se puede desarrollar la actividad del sistema ABO. Hoy en día a
este locus se le está confiriendo importancia debido a la relación de la no
presencia de Se con enfermedades crónicas. También existe una relación entre
poseer el alelo Se y un mayor riesgo de tener un aborto (Daniels, 2008; Friedman, West, & Bizargity, 2016; Race, Sanger, &
Fisher, 1962).
Es conocido corrientemente como otro de los sistemas
eritrocitarios inmunológicamente débiles. Tiene una doble importancia por: El
locus Lewis interrelaciona su genética bioquímicamente con el locus ABO, por
tanto, es imprescindible tener en cuenta este sistema cuando se estudia el ABO
y los sistemas asociados. Este sistema Lewis es inicialmente plasmático, y una
vez que se forman bioquímicamente son adsorbidos por la membrana del
eritrocito. Los antígenos Lewis, por tanto, se generan en el plasma, que es un
líquido corporal. Existen dos antígenos diferentes para este sistema: Lea y
Leb. El primero es un antígeno simple, mientras que es segundo es compuesto, y
además el antígeno Lea, sólo se produce por la actividad de uno de los alelos
que se segregan del locus Lewis.
Podemos señalar que el locus Lewis está controlado por dos
alelos: Le/le, y por tanto aparecen 3 genotipos posibles ! Le/Le, Le/le y
le/le. Le es dominante sobre le, y además también se ha constatado que el Le es
un gen activo, mientras que le es un gen amorfo del que no se le conoce
producto alguno. Los dos primeros genotipos son los que generan el antígeno
Lewis simple, y por tanto, esas personas son siempre portadoras del antígeno
con especificidad Lewis, que genotípicamente se denota Lea+. El tipo le/le, es
el que corresponde al genotipo Lea-, nunca Leb+ La inferencia inmediata es que
los alelos ABO necesitan de manera obligatoria, para provocar la síntesis de
antígenos ABO es el sustrato conocido como Ag H, mientras que le alelo Lewis no
requiere el alelo H, pero si la sustancia sustrato inicial de la que parten
todas la rutas bioquímicas (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Históricamente fue el segundo que se descubrió después del
ABO. Unos años después se detectan otros dos anticuerpos de origen humano,
denominados haloanticuerpos (pertenecientes a la misma especie), fueron el Anti
S y el Anti s, estos dos alelos tenían la propiedad de ser antitéticos, pero su
mayor propiedad es la de que el locus Ss aparece estrechamente ligado al MN,
esto se detectó a través de análisis de segregación familiar. Aparecen en el
cromosoma número cuatro del genoma humano. Se puede señalar que estamos ante un
sistema sanguíneo con dos loci estrechamente ligados, esto hace que la
recombinación sea posible, pero altamente improbable. Los genes del sistema
MNSs se transmiten en bloque en la meiosis para dar lugar a asociaciones o
haplotipos (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Es el primer grupo sanguíneo que se localiza en el genoma
humano, más exactamente en el cromosoma uno, cerca del centrómero y por tanto
es sinténico con el locus Rh. Otra razón de su importancia es porque se conoce
con bastante detalle a nivel de genética molecular. Los antígenos más
frecuentes son Fya y Fyb, que se distinguen únicamente en un aminoácido de la
secuencia proteica. Hoy también se conoce que existe un cuarto alelo, el Fyx, y
también se sabe que este es una variante del Fyb. La tercera razón de su
importancia es que se sabe que los individuos Duffy activos y frecuentes (Fya y
Fyb) son receptores de los agentes parasitarios que inducen la malaria
(Plasmodium vivax). Cuando la sangre humana del fenotipo Duffy nulo se
enfrentan a la sangre del parásito P. knowlesi, este encuentra resistencia a
infectar la sangre (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Fue el último grupo sanguíneo que se descubre dentro del
genoma humano. En 1962 se descubre el sistema Xg, y se detecta un nuevo
anticuerpo en el suero de una mujer que había tenido un hijo con
incompatibilidad feto-materna. Se le denominó Anti Xga (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
El primer ejemplo de anti-chido, fue estudiado en 1962.
Posteriormente se identificaron seis ejemplos más en 1964-1965. inicialmente
fue considerado como célula blanca o anticuerpo del HLA (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Fue descubierto en 1956 por Eaton. Este antígeno se probó
que era un carácter hereditario dominante e independiente de otros sistemas
conocidos en ese momento (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Fue descubierto en 1965 en el suero de un americano africano
prenatal. Se comprobó tras diversos análisis que el anticuerpo no era del
sistema Rh y fue nombrado como Cromer (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
En 1967 Heisto informo de tres ejemplos de un anticuerpo
semejante, contra un antígeno de elevada frecuencia que nombraron como Co.
Posteriormente en 1970 se identificó el Anti- Cob y el grupo sanguíneos quedó
establecido (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
El primer caso hallado fue en 1951 en el cual, el citado
anticuerpo porvocó una enfermedad hemolítica en el recién nacido. Se le dio el
nombre de Jk, posteriormente apareció el Jkb (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Normalmente son anticuerpos hallados en personas de avanzada
edad. Casi siempre es una supresión adquirida del antígeno y hasta la fecha
solo se ha sabido la existencia de una familia con JMH- heredado (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Los primeros casos de Dia se recogieron en 1956 mientras que
el Anti-Dib en 1967. En 1990 el sistema Diego (Diª y Dib) y los antígenos
Wright (Wra y Wrb) quedaron consolidados (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Fue hallado por primera vez en el suero de un paciente con
0- tras una transfusión con dicho antígeno. Su sangre era incompatible con
todos los tipos de 0. El anticuerpo fue llamado Anti-Kn
El primer caso fue estudiado en una mujer con una previa
transfusión sanguínea. El genotipo Okª- está limitado a la zona del Japón (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Consiste en un único antígeno. El anticuerpo Raph es hallado
en el 92% de la población inglesa y es un producto de un gen situad en el brazo
corto del cromosoma 11 (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
Fue hallado por primera vez en el suero de un paciente con
0- tras una transfusión con dicho antígeno. Su sangre era incompatible con
todos los tipos de 0. El anticuerpo fue llamado Anti-Knª (Daniels, 2008; Friedman et al., 2016; Race et al., 1962).
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