(Ciencias de Joseleg)(Biología)(Introducción y biología
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funciones de la sangre)(Plasma
sanguíneo y sus componentes)(Propiedades
de la sangre total y su análisis)(Sistema
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rojos o eritrocitos)(Glóbulos
blancos o leucocitos)(Las
plaquetas o trolbocitos)(Hematopoyesis)(Origen
de otros componentes de la sangre)(Referencias
bibliográficas)(Versión
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Por fuera de los tejidos se forma generalmente una cutícula o epitelio que aísla al tejido u órgano del medio circundante. Nuevamente, si el organismo es pequeño el medio es agua, pero si no, entontes el órgano debe ser bañado a su vez por otro fluido vital (De Duve & Pizano, 1995). Existen cuatro fluidos vitales que alimentan a los órganos y tejidos en seres vivos grandes, la hemolinfa, la savia, la linfa y la sangre.
Hemolínfa
La hemolinfa es un fluido análogo a la sangre y circula por cualquier sistema circulatorio abierto. Por lo general la diferencia se da debido a que en los sistemas circulatorios cerrados el fluido vital se encuentra encerrado en una tubería perfectamente sellada que mantiene el ambiente interno en el que se encuentran los órganos relativamente secos, este estadio se denomina celoma. Por el contrario, en un sistema circulatorio abierto el fluido vital se desparrama bañando los órganos por fuera por todo el celoma, de allí que el fluido vital recibe el nombre de hemolinfa y la cavidad el de hemoceloma.
Figura 10. La hemolinfa carece de pigmentos y por ende es transparente. Al
gunos tipos de hemolinfa si portan pigmentos, como la clorocruorina (pigmento
verde) o la hemocianina (pigmento azul).
La hemolinfa se encuentra
compuesta por un fluido o plasma y una serie de componentes celulares
suspendidos llamados hemocitos. En adición a los hemocitos, el plasma contiene
nutrientes disueltos y pigmentos respiratorios encargados del transporte de
gases de importancia metabólica. Algunas especies emplean la hemolinfa
para otras cosas a parte de transportar sustancias de un lugar a otro. Algunas
especies de insectos son capaces de generar autohemorragias cuando son atacados
por depredadores.
La hemolinfa contiene una serie de agentes nucleantes de
naturaleza inorgánica que le confiere protección contra el congelamiento,
especialmente en especies que habitan ecosistemas que experimentan fuertes
fluctuaciones de temperatura. Adicionalmente también transporta iones como
cualquier fluido vital, proteínas, lípidos y pigmentos respiratorios, que
pueden ser cualquiera, aunque uno de os más comunes es la hemocianina de color
azul. La sangre de los artrópodos posee altos niveles de aminoácidos libres. La
mayoría de los aminoácidos se encuentran presentes, aunque sus concentraciones
varían de una especie a otra, así como a su estado de desarrollo en sus
respectivos ciclos de vida. Por ejemplo, el gusano de seda requiere enormes
cantidades de glicina para sintetizar la seda.
Las proteínas presentes en la hemolinfa varían en cantidad
durante el desarrollo. Estas proteínas se encuentran clasificadas por sus
funciones en proteínas de pigmento, inhibidores de proteasas, transportadores
de grasa, enzimas, vitelogeninas y aquellas involucradas en la respuesta
inmune. Al igual que la sangre, la
hemolinfa transpoirta los desechos del metabolismo celular como el dióxido de
crabono, el amonio, la alantoina, el ácido úrico y la úrea. Algunas hormonas
son transportadas por la hemolinfa.
La savia “sap en inglés” es el fluido o líquido transportado por los
tejidos de conducción de las plantas (xilema o floema). Otros líquidos exudados
por las plantas, tales como látex, cerumen, resinas o mucílago, muchas veces
son incorrectamente denominados savia. La savia transportada por el xilema
(denominada «savia bruta») consiste principalmente en agua, elementos
minerales, reguladores de crecimiento y otras sustancias que se hallan en
disolución. El transporte de esta savia se produce desde las raíces de la
planta hasta las hojas por los tubos leñosos. En el siglo XX ha existido una
gran controversia acerca del mecanismo de transporte de la savia bruta en la
planta. Actualmente, se considera que toda la evidencia sustenta la teoría de
la cohesión-tensión. La savia elaborada es transportada por el floema de forma
basípeta (desde su lugar de formación, hojas y tallos verdes, hacia la raíz) y
está compuesta principalmente por agua, azúcares, fitorreguladores y minerales
disueltos. El transporte de la savia en el floema se produce desde las fuentes
(el lugar donde los carbohidratos se producen y almacenan) hacia los destinos
(lugares de la planta donde los carbohidratos se utilizan). La hipótesis de
flujo de presión es el mecanismo generalmente aceptado para explicar el
transporte floemático.
Las plantas representan claramente la hipótesis evolutiva planteada anteriormente. Las algas unicelulares no requieren matriz extracelular, mientras que las pluricelulares poseen una matriz extracelular simple y un tegumento externo que mantiene unido al conjunto celular. A medida que estas fueron evolucionando se requirió de un fluido conector y esa fue la savia para los musgos. Sin embargo, sin un sistema circulatorio la eficiencia de la savia se vio limitada a permitir el crecimiento de la planta a unos cuantos milímetros. Solo cuando el fluido conector se encuentra con un sistema de circulación, las propiedades menos viscosas de dicho fluido les permiten a los nutrientes moverse con mayor eficacia y en consecuencia el individuo puede crecer mucho.
Figura 11. La savia tampoco transporta pigmentos y por ende es transparente.
El fluido de transporte de
las plantas es vascular, conecta las zonas de nutrición con los tejidos que no
pueden nutrirse por sí mismos, sin embargo, las células propias del tejido
reciben los nutrientes por intermedio de la MEC que si entra en contacto con la
savia, ya sea bruta o elaborada. La vascularización es tan especializada que
hay conductos diferentes para la savia con componentes inorgánicos básicos y
otros para la savia que transporta el alimento.
En los animales vertebrados
la vascularización es análoga a la de las plantas, tanto así que se generan dos
tipos de conductos para dos tipos de fluidos, aunque evidentemente no los
llamamos savia bruta o elaborada, pues la composición de dichos fluidos es
diferente. Los dos sistemas de conductos vasculares se denominan el sistema
circulatorio linfático y el sistema circulatorio general. La linfa es el fluido
que recorre el sistema circulatorio linfático, siendo principalmente un sistema
para regular la concentración del MEC, al no recibir eritrocitos no posee
coloración roja. Se produce tras el exceso de líquido que sale de los capilares
sanguíneos al espacio intersticial o intercelular, siendo recogida por los
capilares linfáticos que drenan a vasos linfáticos más gruesos hasta converger
en conductos que se vacían en las venas subclavias.
La linfa recorre el sistema linfático gracias a débiles contracciones de los músculos, de la pulsación de las arterias cercanas y del movimiento de las extremidades. Ahora bien, dijimos que su función es la de regular la concentración del MEC, pero que pasa si por alguna razón, como una obstrucción, ¿el sistema linfático no puede cumplir su objetivo? La consecuencia es que del sistema circulatorio general ingresará agua al MEC y el linfático no la drena, por lo que el MEC se empezará llenar de agua alterando los delicados equilibrios osmóticos y eléctricos, lo cual impide que la célula se alimente, excrete o que simplemente muera, esto a nivel celular produce muerte del tejido por acumulación de líquido, proceso denominado edema.
Figura 12. La linfa es blanca debido a que porta una alta concentración de
glóbulos blancos.
Este fluido está compuesto
por un líquido claro pobre en proteínas y rico en lípidos, parecido a la
sangre, pero con la diferencia de que las únicas células que contiene son los
glóbulos blancos, que migran de los capilares y proceden de los ganglios
linfáticos, sin contener glóbulos rojos. También puede contener microorganismos
que, al pasar por el filtro de los ganglios linfáticos, son eliminados. La
linfa es menos abundante que la sangre: se considera que hay aproximadamente 2
litros de linfa, mientras que el volumen de sangre es de unos 5 litros.
Es el segundo líquido
altamente fluido de los vertebrados, y como sus demás contrapartes transportará
nutrientes y desechos. La característica más importante de la sangre y que
comparte con la hemolinfa es la posesión de pigmentos que incrementan la
eficiencia en el transporte de gases metabólicamente importantes como el
oxígeno y el dióxido de carbono. En los vertebrados esta sustancia fluye a
través del sistema circulatorio general. A parte del pigmento de transporte de
gases metabólicos que llamamos hemoglobina y que es de colores rojizos, la
sangre también transporta otras sustancias que mejoran la eficacia del
transporte de nutrientes.
Un ejemplo de eso son las lipoproteínas de alta y baja densidad encargadas de distribuir y recolectar las grasas desde y hacia el hígado según requiera el metabolismo del organismo. Adicionalmente también trasporta nutrientes que se disuelven fácilmente en agua y pueden ser transportado sin necesidad de proteínas de transporte, así como componentes auxiliares, como células del sistema inmune y materiales para reparar los vasos sanguíneos en caso de roturas. La mayor parte del presente capítulo de anatomía comparada se dedicará al estudio de los vasos conductores por donde fluye la sangre, más que a la sangre misma.
Figura 13. La sangre de los vertebrados porta un pigmento de hierro, y por
ende es roja.
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